
Uno de los principales factores que influyeron en nuestro desarrollo como homínidos fue el componente social. Todos los evolucionistas están de acuerdo en que, sin el grupo, sin el otro, sin la organización social, no hubiéramos llegado a poblar y controlar el planeta. Este principio viene muy bien descrito en el libro Sapiens del divulgador Harari. En dicho libro se señala como el chismeo, las alianzas, los celos, etc, han sido componentes esenciales para configurarnos como la especie que somos y cómo éstos han garantizado nuestra supervivencia.
Dicho esto, voy a hacer mención a la línea difusa entre una alianza y una coalición. Cuando se suceden conflictos de naturaleza social o familiar es muy común que sucedan alianzas o coaliciones.
Vamos con la primera. Una alianza se refiere a la unión de dos o más personas con respecto a un tema y en torno a cuyo tema todos los miembros comparten un mismo criterio y objetivo. Por ejemplo, imaginemos que todos los empleados de un trabajo desean que se les suba el salario porque consideran que sus condiciones sociales son injustas, en este caso puede ser que se organicen en torno a una alianza para conseguir un objetivo común. Lo mismo sucedió con respecto a los países aliados en la lucha contra el nazismo en la segunda guerra mundial, en todos estos casos hay un objetivo, la mejora de las condiciones sociales en el primer caso y la extinción del nazismo en el segundo.
Ahora bien, en una alianza funcional y pertinente, cuando dicho objetivo se ha cumplido o ya no tiene sentido seguir luchando por el mismo, lo normal es que dicha alianza se extinga porque ya no es necesaria. Por ejemplo, si un sábado por la noche 4 amigos se reúnen para cenar y dos quieren ir a un restaurante hindú y otros dos quieren ir a un restaurante italiano lo normal sería que surjan dos alianzas cada una por su causa distinta. Ahora bien, una vez resuelta la disyuntiva lo normal sería que vayan al restaurante y coman gustosamente, y que las relaciones no se vean condicionadas por esa alianza ya que ésta giraba en torno a los dos objetivos que estaban en conflicto.
Una cosa muy distinta es la coalición. En la coalición la naturaleza de la relación no versa en torno al objetivo si no en torno a la lealtad incondicional de sus miembros. Es decir, en una coalición el otro debe aprobar lo que yo digo sin cuestionarlo, sea lo que sea, porque lo que nos une no es que tengamos una opinión compartida si no que no podamos separarnos, ya que, si eso sucede la integridad de uno de los miembros puede estar en juego.
Esto se observa en política, donde ciertos diputados son capaces de cambiar de opinión constantemente para salvaguardar su integridad en el partido. O en relaciones donde uno de los miembros ocupa una posición sumisa o subyugada y hay una incapacidad para contradecir a la persona que ostenta la posición dominante o autoritaria.
En los conflictos familiares es interesante que nos hagamos la siguiente pregunta: cuando se repiten de manera cíclica ciertos problemas ¿son siempre los mismos los que están aliados de manera sistemática o ciertas alianzas van cambiando en función de las temáticas y los objetivos que se van sucediendo?
Es decir, las alianzas tienen una naturaleza cambiante y flexible, por ello, ante ciertos asuntos Juan estará de acuerdo con Juanita pero en desacuerdo con Pepe y en otros asuntos Juan tendrá una opinión o postura que le hará posicionarse en la misma opinión que Pepe. Sin embargo, en una coalición (al ser éstas rígidas y dogmáticas) Juan siempre apoyará a Juanita, diga lo que diga Juanita y diga lo que diga Pepe, porque el objetivo de la coalición no es ser fiel a una opinión o criterio sino ser leal e incondicional a la relación, a lo que el otro diga y ser leal e incondicional a los valores familiares o del grupo.
Obviamente, en una familia lo que se presupone “sano” es la alianza y no la coalición. Como ya sugerí al principio al hablar del libro de “sapiens” las coaliciones obedecen al instinto. Hace miles de años ser desleal al líder del grupo te podía costar la vida, sin embargo, que hoy día éstas existan puede indicar, que en el trasfondo de dichas coaliciones, se esconden problemáticas psicológicas. Detrás de las coaliciones puede haber invalidación de uno de los miembros; como puede ser que alguien no acepte su orientación sexual por ser coherente con los valores homófobos de su familia o ceder a una decisión de vital importancia que va en contra de sus necesidades o intereses, tal como ocurre en los matrimonios forzosos”
Esto es un tema complejo. Piensa sobre ello y recuerda que los psicólogos familiares nos encargamos de trabajar sobre estos asuntos. Espero que te haya gustado. Hasta luego.
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Francisco Escudero
31-7-23
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