
Quién no ha pasado por momentos en los que empieza a sentirse más inestable emocionalmente y se expone a momentos de malestar emocional que le llevan a actuar impulsivamente debido a que está pasando por un periodo de cierto desajuste emocional.
El malestar psicológico o la disforia (entendida como un estado de ánimo de tristeza, ansiedad o irritabilidad –rae-) suele acompañarse de un impulso. La necesidad imperiosa de hacer algo que en algún momento en el pasado hemos aprendido que regula nuestro malestar (esto puede ser por ejemplo beber alcohol, dejarse llevar por un estallido de ira o escribirle al ex). El problema actuar ante el impulso que genera nuestro cerebro no necesariamente nos va a ayudar. De esto no tenemos duda ¿o sí?
Quiero señalar que cada caso es único y que si tienes problemas relacionados con lo que estamos hablando aquí te sugiera que acudas a un psicólogo para que te proporcione ayuda personalizada. Te convengo de que no desarrolles una fe ciega en ningún manual ni ningún consejo genérico.
Dicho esto, voy a exponer tres ideas que podemos aplicar en estos momentos y que por lo general suelen ser de utilidad.
la primera es Regula el momento. El malestar emocional es una parte primitiva y ansiosa de nosotros que nos distorsiona los pensamientos. Actuar en ese momento por ejemplo “consumiendo en casi de tener una adicción o escribiendo a una ex en casi de estar pasando por una ruptura” es un analgésico instantáneo pero que refuerza ese poderoso mecanismo. Es complicado muchas veces, más si estás pasando por una depresión o ansiedad, pero quizá deberíamos hacernos la pregunta de si es conveniente que agarremos con firmeza el timón y gestionemos el oleaje hasta que la tormenta pase.
La segunda es Reflexiona cuando haya pasado. Una vez esa nube negra nos deja suele dejarnos una reflexión que extraer -una especie de diamante que extraer entre toda la espesura del negror-. muchas personas sufren más la nube porque es en ese momento cuando quieren encontrar claridad mental. Error, primero vuelve a tu centro si lo haces verás con más perspectiva el martirio de tus pensamientos al sentirte mal y tendrás más capacidad para evaluar lo que te sucede. Muchas personas alimentan al malestar psicológico porque es en ese momento cuando pretenden encontrar la claridad embarcándose en una tormentosa búsqueda de explicaciones o de soluciones olvidándose de que ese estado es transitorio y que cuando la nube de lugar a un cielo despejado -y el huracán se suavice- es posible que las cosas se vean de otro modo. Confía en que en la lucidez es donde se tomarán decisiones y se harán reflexiones más adecuadas una vez la ola del malestar ha pasado.
La tercera es Delega la actuación. Una vez pasada la nube, habiéndose calmado esos fantasmas aliados con la ansiedad, y quizá, sintiéndote más poseedor de las riendas de tu vida. Pregúntate y decide ¿Quieres escribirle a tu ex? Decide si merece la pena y para qué. Casa situación es particular y única. No permitas que te digan que hay una receta mágica y que se debe o no se debe escribir a un ex. Cada circunstancia es tan idiosincrásica como una huella dactilar. Pero lo que sí sugiero es que dicha decisión debiera ser tomada en un estado en el que se optimice la claridad mental, la escucha de la necesidad, así como que se minimice la impulsividad.
Cuando entramos en estas actuaciones dejándonos llevar por la impulsividad (en el momento de la nube) en parte lo estamos haciendo para regularnos a nosotros mismos. Si tu actuación consigue calmarte estás además alimentando todo ese mecanismo y estás educando a tu cerebro puesto que cada vez que estás mal le vas a dar una galletita a ese bichito interno tuyo que te grita y te apremia a actuar irreflexivamente. El bicho ha conseguido entonces lo que quería.
En el tema específico de escribir al ex cuando estás mal hago otra reflexión. Además de regularte a ti mismo puedes preguntarte ¿Qué mensaje le estoy enviando a la otra persona? ¿Es esto un acercamiento maduro y consciente donde (entre otras cosas) puedo estar tanteando la idea (muy genuina) de regresar? ¿O Estás haciendo un reclamo desesperado negando todo lo que ha sucedido anteriormente? ¿Es eso digno para ti o no es digno? Otra pregunta pertinente es ¿Estás siendo justo con el otro al dejarte llevar por el escape de hablarle por el hecho de que estés mal? ¿Es algo que esa persona se merezca?
En general actuar en caliente suele ser la peor idea. Salvo que obviamente tu casa esté en llamas. Si este es el caso actúa. Haz algo, pero no te quedes quieto. Y llama a los bomberos.
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Francisco Escudero
13-4-24
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