La rabia no es mala

La rabia no es una agresión. Sentir ira no es lo mismo que tener un comportamiento violento. La rabia es una emoción y es involuntaria.
Sin embargo. La agresión no es una emoción, es una conducta y en última instancia es decidida porque ésta se puede controlar, la rabia no se puede controlar, y no se debe controlar.
Hay dos tipos de desajustes que puede haber con la rabia.
El primero de ellos es la rabia por exceso, que es cuando esta emoción tiende a ser excesivamente intensa y se descontrola, y es ahí cuando es fácil que ésta se convierta en una agresión o en un estallido de ira.
El segundo de ellos es la rabia por defecto, es decir, cuando ésta está excesivamente inhibida, cuando le persona tiene problemas para conectar con dicha emoción y no permitimos a dicha rabia ejercer su función en los distintos ámbitos de nuestra vida.
En los próximos dos vídeos profundizaré sobre los motivos por los que una persona tiende a tener rabia por exceso por un lado o rabia por defecto por otro lado. Estate atento.
Querer desprenderte de una parte de tus emociones es imposible, querer vivir solo con alegría y no sentir tristeza ni rabia suele conllevar el desarrollo de problemas psicológicos o físicos (sencillo, lo que se reprime tiende a manifestarse en el cuerpo). Nadie se plantea vivir sin un brazo o sin nariz, ni querer quitarse los pulmones y pretender que el corazón siga latiendo. ¿Por qué entonces algunos quieren vivir privándose de ciertas emociones?
La rabia no es tu enemiga. Tal como dice María José Pubill en su libro “Guía para la intervención emocional breve” la rabia es la gasolina del yo. A veces lo más terapéutico que alguien puede hacer es dejarse sentir la rabia durante una semana, la rabia te permite que algo brote en ti, que te rebeles no solo con los demás sino contigo mismo, te empuja a ejercer cambios que sabes que en el fondo necesitas, te lleva a dejar de arrastrarte, a coger las riendas de tu vida.
Cuando la rabia se enciende ésta es tu gasolina, es tu gasolina cuando te permites sentirla en los pies, sin ponerle tabúes, es un motor de cambio y tiene una función reguladora en las personas.
Por cierto, no confundamos rabia con irritación. Son cosas distintas. La irritación es estar todo el día enfadado por cosas aparentemente insignificantes, y en ciertos casos puede ser incluso el resultado de la represión de la rabia por aquello que realmente nos enfada. A todos nos llega la imagen de alguien que se queja por el calor, por la cola del supermercado, porque la fruta se le ha puesto mala…etc., eso es irritación, y en ciertas ocasiones se da el caso de que estas personas no se rebelan por ejemplo a un jefe tiránico o una relación entablada con alguien que le manipula o descalifica)
Volvamos a la rabia. Hay varias funciones evolutiva y reguladoras de la rabia en nuestro día a día. Una es la de garantizar tu protección ante un posible ataque o una amenaza (que es la más evidente y conocida). Otra es la de establecer tu dignidad (si te han engañado u ofendido, la rabia te permite reaccionar y no quedarte callado sin más) la rabia también te permite reaccionar a la injusticia (si estás limpiando siempre los platos de tu casa y el resto de convivientes no colabora, la rabia es lo que te empuja a querer ejercer cambios) la rabia te permite defender tu territorio (si una persona empieza a quitarte tu dominio por ejemplo desautorizándote como jefe, la rabia es lo que te lleva a defender lo que te corresponde). Etcétera. Aunque habría que ver también qué es lo que cada uno considera “des-autorizar”, que seas intolerante a las críticas, eso ya es otro tema. XD
En resumidas cuentas. Dejemos de equiparar la rabia a agresión. La rabia se puede canalizar sin faltar el respeto, de manera asertiva. Muchos de los problemas psicológicos no vienen del exceso de rabia sino de la dificultad para permitirla sin juicios y de la censura que le ponemos a la emoción.
Si quieres información para terapia psicológica no dudes en contactarnos para terapia presencial u online. En consulta te ayudamos, tras evaluar tu caso concreto, a canalizar las emociones para que éstas ejerzan una función reguladora en tu vida.
Espero que te haya gustado. Y estate atentó a los próximos dos videos sobre rabia. Hasta luego.
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Francisco Escudero
30-9-23
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